Seis. Estas son las veces en las que la Selección Española de Fútbol Sala se ha proclamado Campeona de Europa, las últimas cuatro de manera consecutiva. Se dice pronto pero estos son los registros de este auténtico equipazo.
No había visto ningún partido del Europeo pero la final no me la iba a perder. Debo reconocer que no sigo la Liga de Fútbol Sala pero si soy un gran fan de la Roja desde hace mucho.
Fue una auténtica final en la que ambos equipos se medían continuamente. No había ningún hueco en el campo. España dominaba pero sin tener opciones claras. El equipo ruso achicaba bien. En la segunda parte, Pula consiguió abrir la lata para Rusia. El tiempo iba pasando mientras Gustavo, el portero ruso, echaba por tierra las ocasiones de los de Venancio López.
Faltaba un minuto. Pasaban los segundos. Los rusos colgados del larguero. No había forma de derribar el muro que habían impuesto hasta que un disparo de Sergio Lozano se coló al fondo de las mallas y daba paso a la prórroga.
El tiempo añadido fue más de lo mismo. España poniendo a Rusia contra las cuerdas y éstos defendiendo como si la vida les fuera en ello. No se podía cometer ningún fallo. Así hasta que Sergio Lozano encontró un nuevo hueco en el entramado ruso. 2 – 1. Restaban dos minutos para el final y había que hacer valer esa ventaja.
Entonces apareció él. El Santo. El Capitán. LUIS AMADO. Sí, lo pongo hasta en mayúsculas. Qué tres paradas realizó en esos minutos finales. Tres paradas que nos hicieron Campeones de Europa por sexta vez.
Me gustaría hacer mención especial a los capitanes del equipo Kike Boned y Luis Amado. Incombustibles. Muchos años vistiendo y dando todo por la Roja. Desde aquí, toda mi admiración. También debo apuntar que al igual que dijo Iker Casillas, yo también creo que este equipo debe recibir el Premio Príncipe de Asturias. Campeones.
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