Hoy a las 19:00 (hora española) arranca una de las citas tecnológicas más importantes de año: la WWDC, World Wide Developers Conference de Apple que tendrá lugar en el Moscone Center de San Francisco y donde la compañía presentará todas las novedades que durante los últimos meses ha tenido guardadas bajo la manga con su habitual secretismo y dará una visión así mismo de su estrategia e intenciones de cara al futuro próximo.
Así que para ir calentando motores ahí van varias frases extraídas de la biografía de Steve Jobs.
La primera frase tiene lugar en su infancia. Steve fue un niño complicado y problemático, tal vez por su propio carácter o por ser un chico inadaptado a su ambiente, hasta que una profesora cambió su rumbo:
“Sabían que la culpa era del colegio por tratar de hacer que memorizara datos estúpidos en lugar de estimularme. […] De no haber sido por aquella profesora, probablemente habría acabado en la cárcel.”
La siguiente es sobre una de las características que lo definían como un gran líder, la habilidad para sacar lo mejor de cada empleado:
“Le enseñé que si actuaba como si algo fuera posible, acabaría siéndolo. Le dije que, si fingía tener el control absoluto de una situación, la gente creería que lo tenía.”
Otro rasgo de su forma de liderar era su criterio de clasificación de las cosas, Bill Atkinson, el diseñador del Mac, lo describía así:
“La gente se dividía en «iluminados» y «gilipollas». Su trabajo era «lo mejor» o «una mierda absoluta».”
La cuarta anécdota trata sobre la determinación de Jobs para conseguir que John Sculley, CEO de Pepsi, pasara a trabajar para Apple, una empresa minúscula en comparación. La culminación fue una frase para la leyenda de los negocios:
“¿Quieres pasar el resto de tu vida vendiendo agua con azúcar o quieres cambiar el mundo?”
La última de las características que voy a destacar sobre su forma de liderar es su campo de distorsión de la realidad. Steve podía hacerte creer cualquier cosa y de la forma que él quería. Los ingenieros que trabajaron con el primer Mac la describieron como:
“El campo de distorsión de la realidad parecía dar resultado incluso si tú eras perfectamente consciente de su existencia. […] Pasábamos a aceptarlo como una fuerza más de la naturaleza»”
Jobs siempre tuvo claro su objetivo, por qué creó Apple y que quería conseguir:
“La meta debía ser producir algo en lo que creyeras y crear una compañía duradera. […] No permitía que su pasión por obtener beneficios tuviese prioridad sobre su pasión por construir grandes productos.”
Si os pidiera la característica más sobresaliente de vuestro iPhone, iPad o Mac, sería: el detalle. El mimo y el cuidado que Steve ponía en cada uno de sus productos es envidiable:
“La gente sí que juzga un libro por su cubierta, […] si ofrecemos una presentación chapucera, la gente pensará que es una chapuza; si lo presentamos de forma creativa y profesional, le estaremos atribuyendo las cualidades deseadas. […] Su obsesión es la pasión por el producto, la pasión por la perfección del producto.”
La octava cita pretende recordarnos la importancia del equipo cuando se quiere lograr algo:
“Cuando cuentas con gente muy buena, no necesitas estar siempre encima de ellos. Si esperas que hagan grandes cosas, puedes conseguir que hagan grandes cosas. El equipo original del Mac me enseñó que a los jugadores de primera división les gusta trabajar juntos, y que no les gusta que toleres un trabajo de segunda.”
Una de las cosas que mejor ha sabido hacer Jobs es darle una filosofía a Apple. Un buen ejemplo de ello, fue la campaña Think Different, aquella que comenzaba con “Este es un homenaje a los locos…” y que reunió a iconos como Einstein, Picasso, Dylan, Gandhi o Martin Luther King:
“Aquí, en Apple, habíamos olvidado quiénes éramos. Una forma de recordar quién eres pasa por recordar quiénes son tus ídolos.”
Para la última anécdota usaré la respuesta de Walter Isaacson a la pregunta sobre ¿qué tienen en común Steve Jobs, Albert Einstein, Benjamin Franklin y Henry Kissinger? Todos ellos biografiados por Isaacson:
“Todos fueron pensadores creativos. Steve Jobs no era más inteligente que muchos, pero sí más creativo en su forma de pensar. Eso se aplica también a Einstein, aunque en un nivel de genialidad superior.”
Pues eso...
(Fuente: www.appleweblog.com)
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