Primero de todo, comentar que el hecho mismo de elegir un melón o una sandía tiene mucha enjundia y mucha enseñanza sociológica. Basta que os situéis en el supermercado al lado del enorme cajón de los melones y estéis un rato observando. ¿Qué veis? Muchos hombres tocando, oliendo, sopesando, dando palmaditas, hasta escuchando a las pobres y sufridas frutas.
¿Quién no ha caído en la tentación de darle varias palmaditas en el lomo solo porque se lo ha visto hacer a su abuelo? Yo no solo lo he hecho sino que, encima, me recreo a la hora de hacer el casting de melones.
Ya va siendo hora de conocer el arriesgado arte de elegir un buen melón o una buena sandía. Se acabó volver a elegir un melón torrontero o una sandía blanca. Así que para tener un amplio porcentaje de acierto no compres fruta fuera de su estación. Es decir, compra sandías en junio y julio y melones en julio y agosto.
Primero tenéis que elegir, de entre el montón, un melón que esté bien rayado, es decir, que tenga unas rayas muy marcadas y anchas, ya que eso os indicará que está en un punto óptimo de maduración, ni muy verde ni demasiado maduro.
Y segundo, comprobad que vuestro melón tenga una amplia mancha de color amarillento en su costado; esto os revelará un sabor exquisito y dulce como ningún otro.
Generalmente, el mejor melón es el de piel más gruesa y granulosa que el de piel fina. Si tienes que elegir entre dos melones, opta por el que pese más. Cuanto más pese, en relación a su tamaño, más zumo y pulpa tendrá, aunque si pesa demasiado significará que está demasiado maduro. Por el contrario si es grande y pesa poco significará que está pasado.
Puedes coger el melón entre las manos y sacudirlo ligeramente, si se oye un chapoteo significa que está demasiado maduro y que ha comenzado a deteriorarse. El aroma que desprenda también es importante tenerlo en cuenta, tiene que ser dulce y notorio.
No conviene adquirir un melón que presente golpes, cortes o manchas. No debe estar blando, pero al tocar sus extremos y presionarlos debemos notar cierta flexibilidad.
Por último, cuando cortes el melón, envuelve lo que no vas a consumir en papel transparente, así evitarás la pérdida de vitamina C.
(Fuente: cosasandybel.blogspot.com
dieselbike.blogsome.com)
Nada, mentira. Imposible de saber si estará bueno o no.
ResponderEliminarTodo es parafernalia, para que parezca que se entiende. Os lo digo yo.
Lo de la mancha amarilla... la explicación es que justo ahí es donde ha estado apoyado el melón en la tierra y no le ha dado el sol... no quiere decir nada... cual es el costado de un objeto ovalado?? ;)
Yo cuando trabajé en Makro de frutero, y me pedían los clientes que les eligiera un melón, siempre hacia lo siguiente: Cogía uno. Lo tocaba y agitaba. Fruncía un poco el ceño. Lo depositaba. Cogía otro. Repetía el proceso. Sonreía. Se lo ofrecía al cliente indicando que había encontrado lo que buscaba. Siempre a la segunda. Nadie se me ha quejado.
ResponderEliminarEso es.... hacer el paripé. Cada uno tiene su truco. Jajajajajaja.
ResponderEliminarOtra cosa, si no tiene las "rayas", está verde. Pero cuanto más tiene, más maduro o pesado está...