martes, 23 de noviembre de 2010

¿Qué paso con… La Encarta?

Hace poco más de diez años descubrimos una enciclopedia que iba a revolucionar el mundo. Se acabó eso de hacer un trabajo para el colegio con el compañero rico (el del estuche de dos pisos) porque en su casa tenía los doce tomos de la Larousse. Había llegado la enciclopedia multimedia de Microsoft.


“Cópiame la Encarta” era una de las frases más repetidas en el recreo. Ahí era cuando volvías a echar mano de tu compañero rico. Él ya tenía grabadora de CD-ROM y te lo podía grabar por un módico precio de amigo.

Con la Encarta descubrimos la fabulosa técnica del “Copy/Paste” que tan poco agradó a los profesores cuando 30 de los 40 niños iban con el mismo trabajo al colegio.

Además de las entradas enciclopédicas, la información era complementada con numerosas fotos e ilustraciones, clips de audio y vídeos, actividades interactivas, líneas de tiempo, mapas, un atlas geográfico y herramientas para resolver tareas estudiantiles. Hasta Emilio Butragueño tenía su propio artículo en la Encarta, algo impensable para la clásica y aburrida Larousse.

Tenía el mundo en sus manos pero en 2001 comenzó su calvario. Había sido la mejor. La más nueva. La más moderna. La “Biblia” para muchos estudiantes pero un nuevo juguete aparecía en escena para arrebatarle su imperio. La Wikipedia.

Tras varios años condenada al ostracismo, la Encarta se despedía en 2008 con más de 62.000 artículos mientras que su versión en español, incluía unos 43.000.

3 comentarios:

  1. yo también tuve una Encarta copiada con la grabadora del compi rico o en su defecto en ese taller clandestino en el que grababan cds a precios desorbitados pero que en aquel momento parecía un regalo divino.

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