lunes, 4 de abril de 2011

Sangre y Arena

Llevaba tiempo queriendo ver esta serie y tras su adquisición por parte de Cuatro, finalmente, me animé a verla. Cierto es que no la estoy siguiendo al mismo ritmo pero llevo ya media temporada y estoy completamente entregado a la causa.

Spartacus: Sangre y Arena narra la vida de Espartaco desde su captura a manos de los romanos en la región de Tracia pasando por todas sus peripecias dentro del ludus, su convivencia con el resto de gladiadores, cómo los romanos tratan a los propios gladiadores y las vivencias de Batiatus, el lanista, y sus intentos de ascender socialmente, utilizando sin escrúpulos a los gladiadores.

Rodada en Nueva Zelanda, destaca también por usar técnicas y efectos especiales muy similares a los vistos en la película 300.


El caso es que según voy viendo los capítulos mi sed de sangre crece en la misma proporción. El salón de mi casa se convierte en un palco del circo romano donde me convierto en presa de los gladiadores. Ahí es cuando salen a la luz mis necesidades más primarias. Solo quiero ver sangre. Y cada vez la pido con más ahínco. Sangre y arena. Nada más.

La mala noticia es que el actor Andy Whitfield, quien da vida a Spartacus, no podrá volver a encarnar, por el momento, el papel protagonista en la segunda temporada. Ésta ya se retrasó por motivo del linfoma no-Hodgking diagnosticado al actor, pero parece ser que va a necesitar un tratamiento más agresivo para combatirlo. Desde aquí confío y deseo volverle a ver combatiendo en la arena.

Como dirían los romanos: ¡Que los Dioses ayuden a Spartacus!

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