Hola, María. No te puedes imaginar lo difícil que es para mí escribir las palabras que estoy a punto de escribirte, pero no puedo engañarte. No sería justo conmigo mismo, ni contigo, así que tengo que ser sincero y decirte que creo que lo mejor es que lo dejemos. Han sido seis años preciosos pero, como habrás visto por la tele, he ganado OT3 y no creo que pueda mantener una relación estable ahora mismo.
Yo te quiero mucho, pero a partir de ahora mi vida va a cambiar por completo: Discos de platino, giras mundiales, fama, dinero, modelos, fiestas, portadas, modelos diferentes de las de antes… Y no podría disfrutar de todo eso teniendo novia. Tú lo entenderás mejor que nadie, me has apoyado desde el principio para que triunfe y sería muy egoísta por mi parte no darte la satisfacción de ver cómo le saco todo el jugo al Star System. No te preocupes si no sabes lo que es “Star System”, es jerga de famoso. Significa: “Grupo de gente mejor que los demás”.
Quiero hacer las cosas bien. Acabar con la relación así, de mutuo acuerdo, no porque me haya liado con una groupie más joven, alta, y guapa que tú. Que es algo que tarde o temprano pasará. De hecho, acaba de pasar, entre la frase anterior y ésta han pasado 30 minutos en los que he estado revolcándome con una chica. Por suerte al principio del párrafo ya habíamos cortado, así que no ha sido una infidelidad.
Y más me vale irme acostumbrado a las fans, porque a partir de ahora seré famoso para siempre. Los realities son así: una vez que ganas, el público te abre su corazón, te guarda ahí, y ya jamás de los jamases te olvida. Como ha pasado con todos los ganadores de OT que ha habido hasta ahora. Pasó con Rosa, pasó con… ¿Cómo se llamaba la que ganó OT2? Ahora no me viene el nombre. Era una chica así muy guapita… Sabes a quién me refiero, ¿no? Bueno, pues ella. Ella también es eterna.
Aunque seamos serios, ninguna de las dos anteriores ganadoras tiene nada que hacer a mi lado. Todo el mundo sabe cómo es esto: El primer OT triunfa por ser algo nuevo. En el segundo la gente dice: “Jo, estos concursantes nos me gustan tantos como los primeros”. Por eso OT3 es el que en realidad cuenta, porque empiezan a considerarnos artistas, no simples productos televisivos. Nosotros somos músicos de verdad, con un brillante y arrollador futuro por delante.
No te puedes ni imaginar qué ganas tengo de empezar a grabar ya el disco. Por cierto, este primero no te lo puedo dedicar por temas de marketing que no comprenderías (me los han explicado, pero no he entendido una palabra. Si te los contara lo haría mal y por eso no lo comprenderías). El caso es que en muy poco tiempo voy a cumplir finalmente mi sueño de grabar un disco. Será el álbum que siempre he deseado: un disco personal, con el que la gente me valore como artista. Porque aunque no componga las canciones, ni las letras, ni toque ningún instrumento, la discográfica escoja el título, lo produzca un productor de Miami que no me conoce, cante como el profesor de canto me diga, y en la portada lleve la ropa que otra persona elija por mí, yo decidiré si poso con el micrófono en la mano derecha o en la izquierda. Vaya, el mánager acaba de decirme que tiene que ser con la izquierda. Bueno, era la misma que iba a elegir yo. O al menos mi segunda opción.
Como habrás intuido el disco se graba en Miami. Sé que justo al lado de mi casa hay uno de los mejores estudios de grabación del mundo, pero la compañía ha dicho que tiene que ser allí. Dicen que así, cuando se promocione, se dirán las tres palabras mágicas que hacen que todo CD triunfe: “Miami”, “Emilio” y “Estefan”.
En realidad me da igual donde se grabe porque estoy seguro de que saldrá genial. No hay otra posibilidad, en la academia me han dado la educación musical más completa que existe: no me han enseñado a tocar ningún instrumento, ni a componer, ni he recibido ningún tipo de cultura musical, pero he aprendido a hacer gorgoritos y a bailar. Y todo el mundo sabe que eso es la base de la música. ¿Crees que Bob Dylan habría triunfado sin saber bailar? Yo no tengo ni idea, porque como te he dicho más arriba no me han enseñado nada de cultura musical.
Imagino que empezaremos la gira cuando vuelva de Miami y comience a petarlo en las listas de ventas. Si quieres entradas para los conciertos pídemelas tranquilamente, te puedo conseguir las que quieras. Siempre que quieras un número entre 1 y 2, claro está. No sería justo que se agotaran y no quedaran para los fans. Por cierto, respecto al club de fans, comprendería perfectamente que ahora que hemos cortado no quieras seguir siendo la presidenta. Aunque puedes seguir, por ejemplo, en el cargo de secretaria. Sería una tontería que te borraras por el simple hecho de que ya no estamos juntos. Ambos somos lo suficientemente adultos como para separar las relaciones de la música. Y más de una música tan buena.
Porque si te digo la verdad, a mí el glamour, las chicas y el champán me gustan. Pero lo que de verdad me importa, es la música. Mi música. De hecho, ahora mismo está sonando una canción mía en la radio y la sensación es indescriptible. El oír tu obra, sentir como has derramado el alma en las frases que… Uy, no era mi canción. Es que era una tema latino con trompetas y base pachangera, y todas estas canciones suenan un poco igual.
Probablemente pienses que soy un cobarde por cortar por carta. Pero lo he hecho así por ti. Sé que debería haberme comportado como un hombre y hacerlo por teléfono, pero una llamada no es algo tangible. Una vez que cuelgas, desaparece. Sin embargo, esta carta te la puedes quedar, y cuando mi disco llegue al número uno (mi mánager dice que en 3 semanas, pero él siempre se pone en lo peor) puedes venderla y sacarte un pastón. No hace falta que me des las gracias.
Bueno, no quisiera despedirme sin agradecerte los momentos tan maravillosos que hemos vivido juntos, y que por siempre llevaré en el corazón. Te quiero mucho, Marta, jamás podré olvidarte.
Siempre tuyo, Vicente.
P.D. - He puesto “Marta” en la despedida. Perdóname, por supuesto quería decir “María”. Estaba siendo besado mientras lo escribía y se me ha ido el santo al cielo.
(Fuente: textosconletras.tumblr.com)
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