En los años 80 y 90 salían a la luz una serie de libros de ficción en los que el lector podía involucrarse en la narración tomando decisiones de las que dependía el curso del relato. Eran los libros de “Elige tu propia aventura”.
Narradas en segunda persona para lograr un mayor acercamiento al lector, el quid de la cuestión estaba en que, a medida que la historia se desarrollaba, podías elegir entre diversas opciones que ramificaban la trama y conducían, a su vez, a nuevas opciones que desembocaban en distintos desenlaces.
Así, según las decisiones que uno tomaba, el final de la aventura era completamente distinto. No obstante, todos los desenlaces posibles se podían encuadrar en una de estas cuatro categorías:
· Cumplir la misión
· Diñarla
· Alcanzar un resultado pichí pichá
· Quedar atrapado en un eterno déjà vu
Pues bien, más de una década después, estas aventuras han vuelto en forma de series de televisión. El pasado lunes acabé de ver la serie “Flashforward” y como ya ocurriera con la ya mítica Perdidos (Lost), el final queda abierto a la libre interpretación de cada uno.
¿Qué os parece esta nueva moda? ¿Está bien? ¿Está mal? Estamos de acuerdo en que por un lado se evitan un fracaso al más puro estilo Resines pero no es lo que andamos buscando… Y es que en este tipo de series lo que se quiere son explicaciones a todos los porqués que se plantean.
Está muy bien que cada uno cree su propio final alternativo pero…
(Fuente: www.ionlitio.com)
Los libros molaban, porque si la diñabas, previamente habías marcado la hoja de la última decisión y volvías para tomar la otra.
ResponderEliminarCon las series te tienes que tragar el final que ellos quieran, por mucho que lo interpretes, no puedes volver atrás para cambiarlo.
Por cierto, mucho mejor los libros de "Dragones y Mazmorras" (los negros) que los otros de chavales detectives (los rojos).